Entrevistamos a Ángela García Zapata, alumni Ribamar, para que comparta su experiencia con motivo de la conmemoración del 21 de marzo, Día Mundial del Síndrome de Down
Con motivo de la celebración del Día del Síndrome de Down, el centro educativo Ribamar quiere compartiros la experiencia de una de nuestras Alumni, Ángela. Ella acabó sus estudios de Formación Profesional el curso pasado y ya es Técnico en Atención a Personas en Situación de Dependencia.
Y es que como cada año, el 21 de marzo se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down, una fecha que busca promover la conciencia y el respeto por las personas con esta condición genética. En este día, se destacan las múltiples oportunidades que tienen las personas con síndrome de Down para formarse y encontrar un lugar en el mundo laboral.
Las personas con síndrome de Down tienen mucho que ofrecer en el ámbito laboral. A menudo, se destacan por su lealtad, su ética de trabajo y su perseverancia, características que son muy valoradas en cualquier entorno laboral. Sin embargo, todavía existen muchas barreras que dificultan el acceso de las personas con síndrome de Down al mundo laboral.
Es por eso que es fundamental fomentar la integración y la igualdad de oportunidades para todas las personas, independientemente de su condición. Esto significa que debemos trabajar juntos para crear entornos de trabajo inclusivos, donde se valoren las habilidades y el potencial de cada individuo.
Además, también es importante que se fomente la formación en valores desde temprana edad. La educación en valores es fundamental para fomentar una sociedad más justa y equitativa, y es una herramienta poderosa para combatir la discriminación y la exclusión social.
Es alentador ver que cada vez más empresas y organizaciones están abriendo sus puertas a las personas con síndrome de Down y otras discapacidades. Desde iniciativas de capacitación y formación, hasta programas de empleo con apoyo, se están llevando a cabo muchas acciones para fomentar la inclusión laboral de las personas con síndrome de Down.
En resumen, el Día Mundial del Síndrome de Down nos recuerda la importancia de fomentar la integración, la igualdad de oportunidades y la formación en valores para todas las personas. Debemos seguir trabajando juntos para crear un mundo más inclusivo y equitativo, donde todas las personas, independientemente de su condición, tengan la oportunidad de desarrollar su potencial y contribuir al bien común. Es por ello, que os invitamos a conocer la experiencia de Ángela en nuestro centro y su trayectoria profesional.
ÁNGELA GARCÍA ZAPATA, ALUMNI RIBAMAR: «
¿Por qué consideras que es importante conmemorar el 21 de marzo?
Porque es el Día Mundial del Síndrome de Down, para que la gente sepa que nosotros valemos mucho y para tener un futuro adecuado e independizarnos cuando creamos conveniente.
¿Cómo le explicarías el síndrome de down a alguien que no lo conoce?
El Síndrome de Down es una discapacidad que le afecta a las personas por tener un cromosoma extra. En total tendríamos 21 cromosomas y eso hace que seamos que tengamos mayor dificultad y que nos cueste más trabajo hacer las cosas, lo que no significa que no podamos hacer aquello que nos propongamos.
¿Qué dificultades has encontrado a la hora de afrontar tus estudios?
Primero, no entendía nada porque me costaba más trabajo comprender los exámenes, los trabajos y las exposiciones y después, a lo largo de las clases, cada vez entendía mucho mejor la teoría a base de mis esfuerzos y mi ánimo.
¿Cómo ha sido tu paso por Ribamar?
Ha sido muy bonito, porque me han tratado como una más y me han ayudado en todo. Las profesoras que tuve en los dos años que estuve en el centro siempre me han respondido con una gran sonrisa por lo que les agradezco haber sido muy buenas, amables y simpáticas conmigo.
¿Qué es lo que más te gusta de Ribamar y de tus compañeras?
Lo que más me gusta del centro es que es muy acogedor, ya que podía hablar con todo el mundo allí. Cuando salía a desayunar podía moverme con facilidad hacia la placita que estaba al lado del instituto donde solíamos desayunar. Mis compañeras me han tratado muy bien y me han ayudado mucho. Les doy las gracias por ser así. Siempre me explicaban las cosas que no entendía.
¿Fue tu tutora personal de ayuda durante los años de formación en el centro?
Sí, durante las clases me han ayudado mucho las dos tutoras que he tenido, cuando no entendía algo me me lo explicaban para que pudiera entenderlo.
En tus prácticas de FCT con mayores, ¿qué recuerdas con más cariño?
Recuerdo que jugaba todos los días con ellos, les cantaba para motivarles el día, a algunos les daba de comer, les acompañaba a pasear, hablaba con ellos de nuestras cosas y todos juntos hacíamos gimnasia. Como ya este año no estoy en mi antiguo centro de día, los hecho mucho de menos y siempre me acuerdo de ellos.
¿Cómo ha sido el apoyo de tu familia durante tu formación?¿Qué destacarías de ellos?
Todo lo que yo no sabía hacer, mis padres me ayudaban para que después supiera hacerlo sola y me lo enseñaban. Siempre los he tenido cerca cuando los he necesitado.
Permítenos que la gente conozca algo más sobre ti. ¿Qué hobbies tiene Ángela?
A mi me gusta cantar y bailar, de hecho voy a clases de zumba y me encanta hacer vídeos en redes sociales, ayudar a las personas en lo que puedo y salir con mis amigos y con mi pareja a divertirnos. Desde principios de curso, estoy en una nueva asociación, donde he hecho muchos amigos, con los que hago excursiones y viajes a la playa.
¿Cuál es la próxima meta de Ángela?
Mi próxima meta es aprobar unas oposiciones, para obtener un puesto de trabajo en el que me sienta realizada y feliz.
Desde Ribamar queremos dar las gracias a Ángela por dedicarnos un poco de tiempo para preparar esta entrevista y darle la enhorabuena por su capacidad de lucha y esfuerzo en crecer personal y profesionalmente.
