Las alumnas de Ciclos Formativos han asistido a una conferencia sobre el flamenco con Bella Belmonte Goméz, intérprete de patrimonio, y el cantaor Manuel de la Tomasa
En el Día Internacional de Flamenco las alumnas de Ribamar han recibido una visita muy especial. La de Bella Belmonte , intérprete de patrimonio, que se ha encargado de introducir a las asistentes en el mundo del flamenco hablando de su historia y de como ha llegado de arte que pasaba de padres a hijos a una ciencia (flamencología) que cuenta con un Grado Universitario propio en la Universidad Loyola. Ha insistido en que el flamenco traspasa fronteras y que llega a todos los rincones del mundo.
Bella ha realizado una investigación sobre la historia del flamenco y la evolución de ese arte en la vida cultural y social. Por ello, en su intervención a hecho un repaso por la evolución y difusión del flamenco a través de la radio y de los festivales, que lo han encumbrado como un referente a nivel mundial. Bella ha tenido la oportunidad de entrevistar a Manuel de la Tomasa que ha venido acompañado por el guitarrista, Joes Wieggers, para impartir una didáctica con las alumnas del centro.
Con motivo del Día Internacional del Flamenco, alumnas de secundaria han llevado cabo también distintas actividades como la elaboración de un tablón informativo sobre los cantaores más famosos y conocidos hasta el momento y el baile también ha llegado al patio del centro. Mañana podréis ver en redes sociales todas estas actividades.
Manuel de la Tomasa
El invitado de honor en el día de la conmemoración del Día Internacional del Flamenco ha compartido con las alumnas sus inicios en el flamenco. Manuel ha vivido siempre de cerca en casa el flamenco de la mano de su abuelo José de la Tomasa y de sus familiares. Fue a los 15 años cuando comenzó a tocar la guitarra, a cantar y a conocer el cante.
«Mi abuelo José y a mi gente son a los que yo escuchaba», ha explicado Manuel. Después, a raíz de mi participación en un festival organizado por la Peña flamenca de Jaen donde canté una soleá, me grabaron y todo comenzó a rodar hasta poder dar su primer recital.
«El flamenco para mi es una forma de vivir y sentir. No me guio tanto por las estructuras en el cante como por lo que siento. La música me ayuda a expresarme libremente y canto lo que siento», ha añadido. «Al flamenco hay que amarrarse y escucharlo, porque es realmente increíble lo que es capaz de trasmitir», concluye Manuel.