Con motivo de la celebración del día internacional de la mujer del 8 de marzo y uniéndonos a la campaña global Nursing Now , iniciativa promovida por el Consejo internacional de enfermeras y la Organización Mundial de la Salud, desde el Centro Educativo Ribamar entrevistamos a Rocío Pérez González, Directora de Enfermería del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Con sus años de experiencia en el Cuidado Directo al Paciente, ¿Cree que las competencias y capacidades propias de la mujer le permiten percibir y atender las necesidades del paciente de una manera distinta?
La profesión de enfermería, es una profesión fundamentalmente vocacional, que requiere de unas competencias especificas en cuanto a conocimientos, habilidades y actitudes, y diría mas aun, es un arte, el arte de CUIDAR, que requiere una gran sensibilidad, creatividad y humanidad; estas son cualidades muy innatas en la mujer.
Desde mi experiencia, lo fundamental para ser buen profesional de enfermería va asociado a la PERSONA, sus valores y a su ética. Requiere poseer las mencionadas competencias, principalmente las referentes al ámbito de las actitudes, porque pienso que muchas de estas actitudes deben ser innatas, mientras que los conocimientos y habilidades pueden ser todos adquiridos mediante la formación específica.
Es fundamental, desde mi punto de vista, poseer y ser ricos en valores humanos, tener capacidad de entrega y compromiso con los demás; ver reflejado en cada paciente a un ser querido, y de ser capaces de entender a la persona de forma holística, prestando una atención integral que abarque no solo los cuidados fisiológicos, sino también los cuidados psicológicos, sociales y espirituales.
Me enorgullece enormemente que un gran numero de profesionales de enfermería sean mujeres, mujeres que con esta visión amplia del CUIDAR engrandecen esta profesión.
En su actual labor en la Gestión Hospitalaria, ¿cree que la diferencia entre varón y mujer es reseñable a la hora de realizar su labor?
Con respecto a la Gestión Hospitalaria, esta requiere del mismo modo, el poseer competencias desarrolladas en gestión, tanto en el hombre como en la mujer, que obedecen a una formación específica en este ámbito.
Creo que no existen diferencias reseñables en cuanto a género en el desempeño de esta gestión; aunque el enfoque y la manera de su abordaje adquiera pequeñas connotaciones, sin repercusión en sus resultados.
Es un orgullo, que, en la actualidad en nuestro medio, muchas son las mujeres que ocupan puestos relevantes en la gestión hospitalaria; mujeres formadas, con gran capacidad de trabajo, con compromiso y dispuestas a innovar, involucradas en la búsqueda de la mejora continua y en el camino hacia la excelencia.
¿Cree que la conciliación familiar es posible?
Creo y afirmo por mi propia experiencia, que la conciliación familiar si es posible.
Como enfermera durante 37 años de profesión, madre de 3 hijos y abuela en la actualidad, después de un camino andado, siempre con inquietudes profesionales y personales, esta experiencia me corrobora y sustenta dicha afirmación.
Pienso que la clave del éxito en esta cuestión, está en la motivación interna, en las ganas de crecer como persona y también en tener un cierto espíritu de superación y esfuerzo
Sobre todo, diría, que requiere amar lo que tenemos, y lo que hacemos siempre; esto es lo que verdaderamente nos da la fuerza y nos ilumina para conseguir metas.
Por supuesto, requiere también mucho sentido común, para lograr ese equilibrio necesario y establecer prioridades entre el ámbito personal y profesional.
Durante su tiempo dedicado a la docencia, ¿ha sido consciente de la importancia de la formación de los futuros profesionales en valores humanos, además de en la técnica?
Siempre, he sido consciente de esta importancia; no solo en mi etapa como docente sino desde que soy enfermera, y lo he aplicado en los diferentes ámbitos donde he desarrollado mi profesión, en el ámbito asistencial, docente y de gestión.
La formación en valores humanos es importante en todas las disciplinas, pero se hace imprescindible y notoriamente fundamental en las profesiones de servicio a los demás como es el caso de la Enfermería; no concibo el cuidado si este no es humanizado.
Cualquier técnica por compleja, innovadora o atractiva que sea debe ser llevada a cabo desde la Humanización, porque solo de esta manera, estaremos ejerciendo el acto de CUIDAR.
¿Qué consejo les daría a las futuras profesionales de la rama sanitaria?
El principal consejo a estos profesionales seria “Que amen su profesión” porque ese amor se trasladará y será visible en cada uno de sus actos y en las personas que lo reciben.
También les diría que busquen siempre la mejora, que no sean conformista con su profesión y que se formen de manera continua, porque ese es el camino para crecer profesionalmente y como personas.
Que, desde sus competencias profesionales, aborden siempre a las personas de manera integral considerando todas sus necesidades, y como ser individual, porque cada persona es única y como tal debemos cuidarla.
No olvidar nunca que la persona enferma esta siempre en situación de extrema vulnerabilidad, y esta vulnerabilidad afecta a toda la dimensión del ser humano de ahí ese abordaje integral que de respuesta optima a la persona.
La sociedad, las organizaciones sanitarias, necesitan profesionales comprometidos con nuestros pacientes, que presten una atención de calidad y humanizada; en las manos de estos profesionales sanitarios está el futuro.
Les diría:
Adelante a todos.