El centro educativo Ribamar celebró ayer la graduación de las alumnas de 4º de la ESO en un evento que contó con la participación de todo el equipo, las alumnas y las familias
La madrina de la promoción, Isabel Molinos, compartió unas emotivas palabras sobre la alegría, el agradecimiento y la voluntad

La graduación de las alumnas de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) es un momento emocionante y significativo para todos los que formamos parte del centro educativo Ribamar. Es cuando nuestras estudiantes culminan un ciclo importante de sus vidas y se preparan para enfrentar nuevos retos y oportunidades en el Bachillerato y en la Formación Profesional.
Antes de comenzar el acto, las alumnas y sus familias celebraron una misa de agradecimiento en el oratorio del centro, oficiada por D. Javier Fernández Centeno. Fue una celebración llena de emoción, cánticos y una mirada especial a la acción de gracias por parte de todo el alumnado.

El evento fue inaugurado por la directora del centro, Marta Valdés de Elizalde. Las alumnas recibieron cariñosas palabras por parte de su tutora de 4º de la ESO, Rocío Galán, de Carmen Palma y de Miguel Casatmijana, padre de una de las alumnas que quiso felicitar a las presentes por su graduación y agradecer al centro la labor que ha realizado en los últimos años de su formación académica. Cuatro de las protagonistas, Nayra, Ana, Alba y Paula, ofrecieron unas cariñosas palabras de reconocimiento a sus compañeras por su dedicación, esfuerzo y desempeño durante los cuatro años en el centro y al equipo docente que las ha acompañado en este viaje de crecimiento personal y profesional.

Marta Valdés apeló a unas palabras de San Josemaría, impulsor de Ribamar, que decían que “la verdadera educación consiste en aprender a ser feliz y que la felicidad verdadera no depende de circunstancias externas o materiales. Él nos enseñaba en sus escritos como la caridad, la humildad y la generosidad, son virtudes vitales para ser feliz y nos animaba a encontrar la alegría en las pequeñas cosas de la vida y a mantener una actitud de optimismo y esperanza, incluso en medio de las dificultades. Y esto es lo que, sobre todo vuestras tutoras y tutoras personales, han procurado hacer durante este tiempo, intentando sacar lo mejor de cada una».
También, aprovechó para felicitar al equipo por la labor realizada y mostró agradecimiento al alumnado y a todas sus familias por el apoyo y la confianza. Del mismo modo, en un discurso lleno de anécdotas y detalles que incluían los viajes realizados a Fátima y Toledo, Rocío Galán realizó un recorrido extenso del paso de las alumnas por nuestras aulas, deseándoles lo mejor para esta nueva etapa que ahora comienza.
Durante la ceremonia de graduación, se entregaron algunos reconocimientos a las alumnas y los matrimonios encargados por su labor de apoyo. Los reconocimientos a las estudiantes fueron para:
MEJOR EXPEDIENTE
CAYETANA BARRACHINA GAVILÁN
COMPAÑERISMO
ANA VARGAS MUÑOZ
ESFUERZO
DIANA SEJAS FLORES
Además, los padres tuvieron una sorpresa de las alumnas, recibiendo su cariño en forma de carta. Un momento cargado de emoción que puso el broche final a la celebración académica.


Por su parte, Isabel Molinos, orientadora, educadora y madrina de la XXVI Promoción de Educación Secundaria, habló a todas las presentes de ser una persona faro. ¿Y en qué consiste serlo?
- Ser luz cuando todo parece que está oscuro.
- Ser hogar.
- Ser un punto de apoyo ante situaciones complicadas.
- Saber guiar.
- Mostrar seguridad.
Desde Ribamar, agradecemos a Isabel el haber aceptado nuestra invitación a participar en esta celebración, su cariño y detalle con el alumnado y todos los presentes.















