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“TRABAJAMOS EL APRENDIZAJE MEDIANTE LOGROS PARA POTENCIAR LAS DESTREZAS ACADÉMICAS”

Un elemento fundamental que contribuye al éxito de un centro es su Proyecto Educativo. La metodología empleada en la formación y su aplicación cobra especial relevancia a la hora de impartir los contenidos y acompañar al alumnado durante su paso por las aulas.

Por ello, hablamos con Cristina Herrera, orientadora académica de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en Ribamar para que nos hable acerca del proyecto educativo del centro. Cristina es licenciada en Psicología, máster en Educación. Especialidad, déficit de atención, docente y terapeuta de niños con dificultades de aprendizaje en un centro psicopedagógico. Además, colabora en la organización y desarrollo de cursos pedagógicos.


En primer lugar, nos interesamos por su desempeño en Ribamar. Ella nos cuenta que “su trabajo tiene una doble vía. Por un lado, gestiono la orientación de la ESO, que consiste en apoyar al equipo docente en el proceso de enseñanza y aprendizaje, aportando nuevas metodologías didácticas, atención a la diversidad en el aula, a cómo aprende un alumno con dificultades y qué pautas se necesitan seguir para que progrese en su aprendizaje, así como también prestar apoyo a las adaptaciones curriculares del alumnado con necesidades educativas específicas o especiales”.

Por lo que respecta al alumnado, prosigue “trabajo con acompañamiento los casos de especial atención, aportándoles técnicas de estudio, estrategias de aprendizaje, y en función de las características y necesidades del alumnado, trabajo el desarrollo de sus capacidades cognitivas. Es una labor amplia que conlleva gran implicación, pero también enriquecedora por todo lo que profesional y personalmente aporta”.

Cristina también ayudad a las alumnas de Formación Profesional cuando necesitan técnicas de estudio o recibirconsejos sobre cómo abordar el curso.

Como docente, su trabajo como orientadora, le permite aplicar sus conocimientos en los ciclos formativos donde imparte clase: CFGM en Atención a Personas en Situación de Dependencia y el CFGS en Educación Infantil.

EL TRABAJO DIARIO Y LA METODOLOGÍA


Lo que más trabaja la orientadora con las alumnas es el desarrollo de estrategias de estudio, el autodidactismo y la motivación. “Cuando un alumno comprueba que puede y sabe gestionar su aprendizaje, se produce un cambio importante en su autoconcepto que le lleva a generar expectativas positivas en aquello que hace y eso es una garantía de éxito. Desarrollar la consciencia de éxito en un alumno es fundamental y una prioridad para mí como guía de aprendizaje” explica.


Entendemos por metodología el modo en el que los docentes gestionan su práctica diaria. Son el conjunto de técnicas, recursos, estrategias que utilizan para la asimilación de contenidos. “Es tan importante porque constituye el pilar desde el que se desempeña la labor docente, la forma en la que se canaliza el aprendizaje para que los alumnos lo asimilen. La elección de la metodología adecuada hace que el aprendizaje resulte significativo para el alumno o de lo contrario lo viva como una obligación, como un sinsentido”, añade.


“ La selección y la diversidad en metodología suponen un reto fundamental en cualquier centro educativo. En un mundo tan cambiante, no tiene sentido que se enseñe con métodologias tradicionales, si no con técnicas o herramientas, que respondan al día a día que viven los alumnos, a su entorno y situaciones particulares, para que éstos experimenten la utilidad de aquello que aprenden. Los beneficios de enseñar con una metodología adaptada a los tiempos y a la circunstancia de los alumnos, del aula en sí, redunda en motivación, inquietud por el conocimiento e interacción positiva alumno-docente. En definitiva, en una respuesta positiva hacia el aprendizaje. A nivel personal se aprecia en el alumno un crecimiento en sus estrategias metacognitivas y un interés por proponerse metas progresivamente”, matiza.


Cada año, en el período de formación, “nos planteamos abordar alguna nueva metodología en las aulas, tanto en la ESO como en Ciclos Formativos, teniendo en cuenta la viabilidad de éxito, añadir matices o materiales con el objetivo de profundizar en la metodología que estemos trabajando. Lógicamente conlleva una revisión anual, además de un seguimiento trimestral para garantizar la efectividad de su aplicación”.

Por último, “en este curso en Ribamar, nos hemos sumado al aprendizaje mediante logros, con idea de dar un matiz de propuesta, de competencia personal, a los proyectos (ABP)en los que se han involucrado las alumnas desde los distintos ámbitos de aprendizaje en los años anteriores.Esta metodología, sin duda, apuesta por el desarrollo y potenciación de las destrezas académicas y profesionales, garantía de éxito en toda regla, con el objetivo de que
Ribamar sea una oportunidad para cada una de nuestras alumnas”, concluye.